A los
13-14 meses, mi peque empezó a usar parches infantiles. Cada día en un ojo
distinto. Tenía un estrabismo muy agudo y la idea era que los ojos se le
centraran un poco, ya que parecía que se le querían meter en la nariz. Pero
como sabéis si me vais siguiendo, no sirvió de nada y tuvo que pasar por el
quirófano 7 meses después, con 21 meses. (ver: http://aprendiendoaserunasupermama.blogspot.com.es/2013/02/anestesia-general-en-bebes-y-cirugias.html)
Los
parches que recetan en la SS
son de color carne, como las tiritas. Pero hay farmacias en las que los
encontrareis con dibujitos, mucho más chulos, pero también mucho más caros si
el tratamiento es muy largo.
Ponerle
un parche a un bebe tan pequeño, es bastante fácil. Basta con cogerle de sus
bracitos y colocárselo. El problema es que a la que te descuidas... ya se lo
han quitado. Así nos pasamos los primeros días pero luego ya, cuando le decías
que tocaba parche, se ponía a llorar, te decía que no pero sabía que no había
otro remedio. Y a los 5 minutos, ni se acordaba!
A la hora
de quitárselo era todavía peor ya que es como quitarte una tirita pero en la
zona de la cara, con lo blandita que está, y duele un poquito. Un par de
semanas antes de la operación, viendo el calvario que sufría, lo dejamos estar.
Ahora con
28 meses, a pesar de que quedó bastante bien de la operación y a simple vista
no se le nota el estrabismo, hemos tenido que volver a los parches. Mínimo 3
meses nos han dicho. Miedo me da la próxima visita al oftalmólogo, no sea que
la vuelva a enviar a quirófano.
Pero esta
vez ya no ha sido tan fácil ponerle los parches. Cuando empezamos la otra vez
era un bebe y ahora ya es casi una niña. Con mi marido ya nos temimos lo peor y
pensamos que esta vez no lo conseguiríamos.
El primer
día que me vio llegar con la caja del parche, que era un sábado, y notar que
ella estaba atada en la trona (básicamente porqué acababa de desayunar) se puso
a chillar como una loca. "Parche no, parche no". Estaba sola en casa.
Le quité las gafas, se lo puse como pude, le volví a bajar las gafas y antes de
desatarla de la trona ya se había
arrancado medio parche y provocado un moratón en su suave carita que le duró
varios días.
Domingo
lo intenté de nuevo y fue un desastre. Y llegó el lunes, le explico a su
profesora que tendríamos que intentarlo, que a ver si lo consiguen, que ellas
tienen más maña,... y les deseo mucha suerte. Cuando regresé a la guarde, me la
veo salir con el parche puesto y diciendo " Mira mama, a parche". Yo
alucinando. Y la profe diciéndome que no les había puesto ninguna pega. Que
cuando le dijeron que tocaba parche, se había subido las gafas y se lo había
dejado poner...
Pues
nada, fue muy bien hasta el viernes, y el sábado en casa, dramón otra vez. Al
final lo llevó puesto por narices las dos horas reglamentarias pero tenías que
ir controlando ya que a la mínima, intentaba arrancárselo.
El lunes
lo comento a la profe y me dijo: hazle
un dibujo en el parche. Y sí señor. Esto sí que funciona! Ahora es al revés,
cuando te ve con la caja de parches en la mano, aunque ese día ya se haya
puesto uno, te reclama que le pongas otro!!
Y todo porqué ahora lleva un "sol solet" (sol), lluna (luna) e
incluso un árbol le he llegado a dibujar.
Así que ya sabéis, si los niños se os resisten a ponerse un parche, no hace
falta comprar un parche de los caros con dibujos. Basta con que los pintéis
vosotros mismos. Se sentirán los niños más guapos del parque o de la guarde.
Comprobado!.
Me parece una idea tan sencilla y original...trabajé durante una etapa de mi vida en una consulta de oftalmología y no se me había ocurrido. Genial!!!
ResponderEliminarGenial idea!!!!
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