EXCURSION POR LA MONTAÑA EN BUSCA DEL TIO

Con la llegada de diciembre, los niños se empiezan a impacientar. Estamos en la época más mágica del año para ellos. Navidad es sinónimo de regalos, magia, luces, vacaciones.... El único rollo es que los Reyes Magos, Papa Noel o el Tio (en Cataluña) los están controlando por si se portan mal.

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Nuestro Tio está como decoración del salón todo el año, encima de la librería (aunque en teoría han de dormir en el desván pero nosotros ... no tenemos desván)  Pero este año, por primera vez desde que nació mi hija, el Tio "se ha ido de casa" para todos los santos (31 de octubre) con la gran preocupación de mi hija, que decía que estaría solito allí en el bosque.

El año pasado me enteré que el Tio, se pasa todo el año en el bosque (desván de casa) y que los niños lo han de ir a buscar allí cuando se acerca la Navidad. ¿Ah sí? Pues espera que ya veras lo que le monto para el próximo año. Y por fin ha llegado "el próximo año" y decidimos montarle una búsqueda del tesoro a mi peque de 4 años donde la recompensa era encontrar a su amado Tio.

El viernes al abrir el buzón de casa nos encontramos que el Tio nos había enviado una carta. Que alegría!. 

Allí nos decía que en el bosque hacia frio, que a ver si lo íbamos a buscar que quería estar al lado de la estufa en casa. La carta venia acompañada de lo que ella llamó "el mapa mágico".  En el fondo era una hoja lleeeena de Tios, los cuales debia ir buscando por el bosque. Y cuando completara su hoja …. tenía que estar muy atenta para encontrarlo y llevarlo de vuelta a casa.

Mi hija se puso loca de contenta y nos preparamos para pasar un sábado diferente. La suerte de no vivir en la ciudad,es que en 5 minutos te plantas en medio del bosque. Pero esta actividad la podéis hacer igual en algún parque que tengáis cerca de casa. Lo único que necesitáis es imaginación y ... un Tio (o lo que queráis encontrar). En nuestro caso lo que hicimos fue imprimir dos veces la hoja de Tios, una en papel y la otra en papel de pegatina. Recomiendo llevar las pegatinas recortadas y un poco abiertas por las puntas para dejarlas colocadas por el camino de forma fácil y sin que se note mucho. Son pequeños e inocentes pero no tontos.

Y llegó el sábado, cogimos una mochila (en donde escondimos el Tió), las pegatinas previamente cortadas y listas para enganchar en dos segundos, la carta, el "mapa" y muchas ganas de pasárnoslo bien.

 Y la verdad es que fue un éxito. Tanto papas como niña nos lo pasamos genial distrayéndola para ir colocando las pegatinas en troncos de árbol, ramitas bajas de los árboles, o en medio del camino, tal cual en el suelo cuando la peque no nos daba tregua. 

Y para no ensuciar el medio ambiente … las enganchamos todas en nuestro súper mapa mágico.

Nos lo pasamos tan bien que ya he decidido hacer algo similar para nuestra próxima salida al bosque.

Feliz búsqueda del tesoro!