jueves, 27 de marzo de 2014

SOCORRO! SE ME HA ROTO EL COCHECITO!

Hay días en los que todo se tuerce y si encima vas cansada, el mundo se te echa encima. Pero hay días, en que a pesar de comenzar así, llevar varias noches sin dormir bien por culpa de los terrores nocturnos y encima llevar coja unas semanas ...  nuestro cuerpo nos da una energía que no sé de donde sale, haciéndonos ver que realmente somos unas súper woman.

Recuerdo hace ya 30 años, que mi perico (periquito) se cayó detrás de la librería de casa. Hablamos de una librería de esas antiguas, gigantes, con cientos de libros (por no decir mil...). Mi padre, viendo sufrir a mi perico, movió con todas sus fuerzas la librería para rescatarlo. Horas después cuando volvimos del veterinario con el pobre animal entablillado, decidimos vaciar un poco la librería para que mi padre no tuviera que hacer tanto esfuerzo para moverla. Pero fue imposible. Tuvieron que dejarla medio vacía para devolverla entre 3 adultos a su posición original.  Lo que me ha pasado hoy no ha sido tan exagerado pero creo que lo voy a recordar durante muuuucho tiempo.

Por lo general, siempre voy con prisas por las mañanas. Tengo que coger un tren concreto  y si salgo unos minutos más tarde de casa,... toca correr por el camino. Además hoy ha sido de esos días que no hay manera de despertar a la peque y cuando lo he conseguido, ha cogido una rabieta porque no quería quitarse el pijama ni tomarse su bibe. Al final a menos de 5 minutos de la hora tope de salir de casa, he conseguido atarla en el coche con todo el uniforme en su sitio y con medio bibe ya tomado. El resto... lo tomaremos en el tren.

Pues nada, que dejo el cochecito con niña incluida en el pasillo de entrada mientras voy cerrando la puerta. LA verdad es que me ha costado mucho moverlo pero he pensado que igual estaba el freno puesto o algo así. Pero de camino al ascensor... he visto que algo no iba bien. Es igual, hemos salido justas de casa así que no da tiempo de investigar qué pasa.

Para salir del edificio tengo 3 escalones y en el primero ya he comprobado que el coche estaba roto. No había manera de hacer rodar las ruedas delantero-derechas.  (El cochecito es de 8 ruedas). Mal rollo ¿qué hago??? ¿Vuelvo a casa, dejo el coche y me llevo a la niña en brazos? ¿O sigo como pueda?? Decido continuar. Al fin y al cabo, no será tan difícil hacer un recorrido de 10 minutos sin esas ruedas. A los dos pasos me doy cuenta que es matemáticamente imposible hacerlo rodar con las otras 6 ruedas ya que las ruedas delanteras no tocan el suelo y se me gira el cochecito hacia la izquierda. Además las aceras por las que tengo que ir, son muy estrechas, justo el tamaño del cochecito. Así que... empieza mi odisea de llevarlo solo con las ruedas traseras. Ah...pues no se lleva tan mal. ¿Lo habéis probado alguna vez?

Pero claro, una cosa es llevar el coche así durante unos minutos pero al final, los 20 que he tardado en llegar, a paso de tortuga y con un dolor de rodilla que mi cerebro registraba impidiéndome correr pero que yo ni me he enterado, se me han hecho eternos. Solo tenía en mente ir a velocidad constante, no tocar casi el rumbo del manillar e ir haciendo metros. Cada bache, cada bordillo, las subidas súper empinadas y la bajada que casi la hacemos rodando... No sé cómo me lo he montado, porque en ese momento solo pensaba en coger el tren pero lo hemos conseguido. Hasta he bajado, gran temeridad por mi parte, las escaleras mecánicas hasta el andén. Y una vez dentro del tren, que no se ni como he conseguido subir el coche... se me fueron las fuerzas de golpe. Como si el cuerpo supiera que ya habíamos superado la primera parte.

Dentro del tren he sentado a mi hija fuera del cochecito y me he dedicado a investigar que porras le pasaba al vehículo. Pero ya no ha habido forma de devolverlo a su forma original. El brazo derecho se ha roto y el cochecito no se puede abrir bien.  No quiero ni imaginarme lo incomoda que habrá ido mi peque durante el último viaje del cochecito. He buscado alguna cara conocida por el vagón y le he pedido a otra mami si podría subirme el cochecito hasta la calle mientras yo llevaba a mi hija en brazos. Porqué encima mi parada es de las "chungas", con 4 vías y trenes pasando por los dos lados...

No ha sido hasta que he dejado a mi hija y el cochecito en la guarde que me he dado cuenta que estaba agotada, como si hubiera hecho una sesión de pesas. De hecho, ahora ya han pasado más de 8h y noto la parte alta de la espalda como si me hubieran pegado con un palo. Y los brazos  me pesan un montón!

En fin, ¿adivináis mis planes para esta tarde?


Feliz finde! Nosotras lo iniciaremos estrenando cochecito. 

2 comentarios:

  1. Buf, me he cansado solo de leerte! Vaya p---da lo del cochecito, quien te haya visto habrá alucinado! Y que es lo que le ha pasado? Era viejito?

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  2. Bueno, viejito, lo que se dice viejito no. Hubiera hecho en junio 2 años. Pero KM si que tenia muchos, jeje!

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