martes, 22 de julio de 2014

¿JORNADA REDUCIDA?

Estoy tan enfadada que no se ni por dónde empezar.

¿Cuantos de vosotros habéis cambiado vuestra jornada desde que sois madres/padres?

Muchas mujeres y algunos padres, tras tener un hijo regresan al trabajo con reducción de jornada. Algunos lo hacen porqué quieren, para pasar más horas con sus hijos y otros lo hacemos por necesidad (pero encantad@s de la vida). Por qué no nos engañemos, el horario escolar en España es 100% incompatible con el horario laboral. 

Mi jornada solía ser de unas 10h, con una pausa para comer, salvo si había mucho trabajo, que era casi la mitad del tiempo. Entonces, se podía alargar a 12 o 14 horas. Ahora mi jornada es de 7h pero como es obligatorio parar a comer... me quedan algo más de 5h de trabajo real. Eso sí, no me han quitado ninguna de mis tareas. Al contrario, me han puesto bastantes más. Y como resultado... voy con la lengua fuera todo el día, dejando montones de cosas por hacer, y lo mejor de todo, recibiendo broncas porqué nunca voy al día,...

Lo que está claro es que por culpa de algunas, tenemos mala fama todas. En mi trabajo se ven varias situaciones: desde la madre que viene para cumplir expediente (es decir 50% de jornada justa) y recuperar su trabajo cuando el niño cumpla 12 años,  a la que viene a trabajar y a seguir dando el 100% de ella misma, para demostrar que sí, que se puede ser madre responsable y trabajar como el que más y llevarse trabajo a casa si no da tiempo de acabarlo en el horario laboral reducido. Pero haciendo eso, ¿no se da cuenta que así nos perjudica a las demás??  A la empresa le sale de coña tener este tipo de empleadas: haces lo mismo que antes pero cobrando un 20-30% menos, (proporcional a la reducción solicitada).  Y respecto al primer grupo... suelen ser las madres más veteranas, que pasan de todo y ya dan por perdida su carrera profesional, si es que un día la tuvieron/quisieron. Y luego estamos las demás, que como no queremos llevarnos el trabajo a casa, vamos corriendo todo el día, que casi no nos da tiempo ni de levantarnos de la silla.

Entonces hay días, cada vez más frecuentes, que pasa algo que me revienta: que vienes de recoger unos papeles en otro departamento y  tu jefe te dice: "menos pasear todo el día y más trabajar, que para pocas horas que vienes... ". Y has estado fuera exactamente 3 minutos. El tiempo de bajar por las escaleras 3 pisos, recoger una cosa y volver a subir. Y te entran unas ganas de coger la puerta y largarte! o de decirle cuatro cosas!!! Encima te lo dice chillando delante de 20 personas desde la puerta de su despacho. Y no es justo. Ni tampoco sirve que luego te llame al despacho y te diga que está deseando que vuelvas a hacer 8 horas porqué valora tu trabajo, está muy contento con tus resultados.

Algunos no entienden que no te queda más remedio que hacer reducción de jornada cuando tienes hijos, que no tienes a nadie que te pueda ir a buscar a tu hijo a la salida del cole. Sí, existen los canguros, pero lo triste es que cobran más que tú y encima en negro así que... queda descartado. Y llega un momento en que una ha de decidir entre seguir su carrera profesional o ser madre. Las dos cosas son incompatibles por qué no podemos alargar más el día. No podemos tener una reunión en Milán a las 10am y estar a las 17h en la puerta del colegio para abrazar a nuestro retoño. Hemos de escoger entre una cosa u otra.


Pues sabéis que os digo, que oír estos comentarios durante los últimos 3 meses me han inflado tanto las narices que a partir de septiembre me paso el grupo de las mamis veteranas para "cumplir expediente". Porqué trabajas lo mejor que puedes, sacas más faena en 5 horas que otras personas del departamento en 8 y como encima se te mira mal, pues mal por mal, solo se vive una vez así que ... a disfrutar de mi peque el tiempo que pueda.

1 comentario:

  1. Vaya, te acabo de conocer por el miércoles mudo. Sí que te veo mosqueada, sí.
    Te entiendo, tienes que ser una super mujer, para hacer tu trabajo en menos horas, llevar la casa y ser mamá para que luego te miren mal.
    Ánimo. Un beso.

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