sábado, 29 de noviembre de 2014

FELIZ CONSUMISMO! LLEGA LA NAVIDAD

Estos días he empezado a pensar en los regalos de navidad. Le pregunto a mi hija que qué quiere y me dice que una corona. Y le digo ¿y qué más? y me dice "yata". Y yo le digo que no, que algo más, que si quiere una muñeca. Y me dice, No! que ya tengo! un puzzle? no ya tengo. Colores? que no. Que quiero una coronaaaaa. Sí una corona, ¿pero qué más?

Le he dado varios folletos de juguetes y se los mira, le hacen gracia pero luego se va a pintar o a leer un libro.

Y es que llegados a estas fechas, me llega el agobio. Yo quiero regalarle algo que le haga ilusión, que crea en la magia de la Navidad. Los yayos, tíos y primos quieren regalarle juguetes pero... no sé qué decirles, porqué ella no quiere nada. Y la conozco. Como le regales algo que no le entre por la vista... se queda por los siglos de los siglos en el armario. 

¿Pero vale la pena regalarle cosas si no quiere? ¿No es una pérdida de tiempo y de dinero? El año pasado el regalo estrella nos costó más de 70€. Un juguete que tiene de todo: muñecos, animales, aviones, coches, casa,... Me encantó. Y creo que el agrado fue inversamente proporcional al suyo. La gracia que te hace que no le haya hecho ni caso desde el primer día... no os cuento como me pone. En cambio para hacer bulto le compré un juego de sellos de animalitos que estaban de oferta por un euro y... todos los días jugamos con ellos. De hecho se han quedado casi secos así que los reyes traerán más, pero esta vez de más buena calidad ya que le han gustado tanto.

En Navidad nos quejamos que gastamos mucho pero nos lo provocamos nosotros mismos. Queremos que nuestros hijos sean felices y les regalamos muchas cosas. Y eso lo hacemos extensibles al resto de personas que queremos. Reconozco que me gusta regalar. 

Es verdad que hay niños que piden de todo pero porqué los hemos educado así de pequeños. La mía nunca te pide nada, igual porque todavía es demasiado pequeña pero este año que ya entiende que los reyes traen cosas... podría pedir el oro y el moro y la pobrecita está empeñada en que le traigan una corona de la princesa Sofía. Y eso que no es una niña que nade en juguetes.

Sé que ella sería feliz igual si no le trajeran nada los reyes. Pero sé que no será así y que cuando se despierte el 25 de diciembre y el 6 de enero, alguna cosita la estará esperando. Yo soy así y quiero que mi peque siga creyendo en la magia de los Reyes Magos.


Al final por fin hace quince días se nos ocurrió a su padre y a mí que comprarle. Un peluche gigante de DESDENTAO, que sabemos le encantará ¿Y qué ha pasado? Pues que lo fui a comprar y como sabemos la ilusión que le hace... no nos hemos podido esperar 5 semanas más y el sábado por la mañana cuando se despertó se lo encontró en medio del salón. Y es que regalar para Navidad está muy bien pero si nos apetece mimar un poco a nuestra peque... ¿por qué no hacerlo??

Y ahora vuelve a tocar... pensar que regalarle para Navidad.

Uffff!  jejeje


Feliz día!

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