Desde pequeñas nos educan
para muchas cosas. Lo importante es formarse para encontrar un trabajo bien
remunerado, (tarea que luego compruebas que no es nada fácil por el hecho de
ser mujer), y saber defenderse en la casa cuando nos independicemos y formemos
una nueva familia o bien decidamos vivir solas. Pero nadie nos explica que en
el momento en que traigas un hijo al mundo, tu vida dará un giro de 180º. Bueno,
la verdad es que sí que nos lo dan a entender pero piensas, ¡no será para tanto!.
De repente aparecen dos rayitas
en el predictor y todo cambia. Tu interior está sufriendo una pequeña gran revolución
que te hace replantearte todo: la vida laboral, la personal, tu tiempo libre.
Todas tus prioridades cambian, y solo tienes ganas de que llegue la hora de ver esa carita desdentada que te mira con ojitos de admiración, a pesar
de ir despeinada, sucia y con unas ojeras que se arrastran por el suelo. Te
quiere de verdad, por lo que eres, por como lo cuidas, lo acunas cuando está
nervioso y no puede dormir…
Este blog dedicado a mi
pequeña monstruita nace con la idea de compartir mis vivencias con otras nuevas
madres, que se ven agobiadas por el día a día pero que no lo cambiarían por
nada del mundo.
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