Premio para la madre de un bebe que nunca haya pensado en esta frase ¡Quiero dormir!
Yo
soy una dormilona nata. O mejor dicho era. Dormia mis 10 horas diarias
los findes y las que podia durante la semana. Durante el embarazo, el
sueño me vencía cada día. Yo creo que mi cuerpo estaba durmiendo todas
las horas que sabia que luego no podria dormir.
Pero fue nacer
mi hija y ... se acabó el descanso. Dicen que cuando damos a luz se nos
dispara algo en el cuerpo que nos hace aguantar despiertas lo imposible,
dormir una hora y que nos siente como cinco. Y debe ser verdad porqué
sino, que me expliquen como aguanté el primer mes durmiendo a
trompicones, máximo 2 horas seguidas y los ratos que podia arañar
durante el resto del dia.
Por desgracia no pude dar el pecho y
las madrugadas se me hacian imposibles. Mi marido se iba a dormir sobre
las 22h, ya que al dia siguiente tocaba madrugar. Yo me quedaba con la
peque dándole su cena, su primer bibe de la noche de muchos. Con suerte,
antes de las 12 se me quedaba dormida pero yo ya me habia puesto la
alarma para despertarme a la 1 y darle su 2º cena. Luego tocaba repetir
el procedimiento a las 4am, si no nos dormíamos las dos (pero en ese
caso, ella se despertaba a las 4:30 para reclamar su temprano desayuno) y
cuando mi marido se despertaba sobre las 5 am, nos encontraba a las dos
intentando dormir hasta las 7am. Brutal. Y todas las madres pasamos por
lo mismo. Y lo superamos. Y a la mayoria le entran ganas de repetir.
Asi que ... ánimos para las futuras mamis, que no es tan terrible.
Con
suerte empezará a coger el ritmo de sueño antes de los 2 meses y ya
podreis volver a dormir 5 horitas seguidas. Eso sí, el cansancio, no se
cuando se va porqué a pesar de dormir razonablemente bien, mi niña ya
tiene 8 meses y creo que nunca en mi vida habia ido tan agotada. Y no es
consuelo que hoy sea viernes por la tarde ya que ella todavia no
entiende de horarios y lo único que sabe es que a partir de las 6:30 am,
si se despierta, los papas le darán su desayuno. Bueno, igual sí que
hay una diferencia. Y es que en vez de quedarse media hora atada en la
trona despues del desayuno o tumbada en su alfombra, papa y mama le
traerán juguetes sin música (que no queremos que los vecinos nos echen) y
se pondran a jugar con ella en el suelo hasta que el sueño nos venza a
los 3 y antes de las 9 de la mañana, volvamos a estar todos de nuevo en
la cama. ¡Por fin ha llegado el fin de semana!
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