Durante el embarazo vamos ganando
peso y todo el mundo nos va diciendo lo guapas que nos estamos poniendo,
que bien que crece el niño, tu tranquila que en el momento de parir entre
el niño y la bolsa pierdes 6kg, que si te cuidas después del parto te quedarás
CASI igual que antes, ...
Aun así, al principio cuando se
me empezó a notar la barriga y la gente no sabía si estaba embarazada o
comiendo más de la cuenta, reconozco que me dio rabia. Me dolían los comentarios
"se te nota la barriguita" "Ui, pues esto no es nada. Espérate
que ya verás cuando estés en la recta final".
Recuerdo un mes antes del día X,
ir a mirarme algún pantalón de verano porqué hacía calor y solo tenía pantalones
de pana de embarazada. Me puse a buscar el más barato porqué para 4 semanas
que me quedaban como mucho.... “tu tranquila que de aquí a que recuperes
la figura, lo vas a amortizar" (comentario de la dependienta). Y qué
razón tenía! Que buen uso le hice durante todo el verano! Y lo fresquita
que iba.
Me cuidé, sin saltarme ni una sola
comida, para no ganar más peso del que tocaba (al final fueron casi 14kg),
me atiborré de fruta y verdura cuando me entraban ataques de hambre, pescadito
hervido y ensaladas cada día, y pocas veces sucumbí a comer más dulces
de lo normal. Y eso que en Navidad cayeron turrones, bombones y algún pastelito.
También me dio por tomar muchísimas vitamina C. No es que yo quisiera pero
mi cuerpo no paraba de pedirme tomates y kiwis.
Pero claro, no dejan de ser 14
kg. Y el día antes de ponerme de parto, me dio por comerme todo lo que
me ponían delante. Adiós a la dieta: berenjena rellena de verduritas con
jamón, mi frutita, un helado, ahora un croissant con jamón dentro, otro
helado, un plato de pescado, otra vez fruta,... A la hora de cenar, yo
pensaba que no me cabria nada más y vaya que no, cené más que nunca. No
sé como no llegué a reventar. Suerte que los dos días siguientes no probé
casi bocado! La verdad es que tendría que haberme esperado que el
final estaba cerca porqué parecía una bulímica en busca de comida por todas
las tiendas del centro de mi ciudad. Supongo que el cuerpo es sabio y te
hace coger grandes reservas ya que durante el trabajo de parto lo último
que quieres es comer entre contracción y contracción.
Mi primera noche como mamá, me
miraba la barriga y no entendía como podía ser tan grande: pero si la niña
ya ha nacido!
A las dos semanas de parir, me
encontré con un vecino que me dijo, "Ostras, si pensaba que ya había
nacido porqué como oigo un bebe llorar por las noches... Pero ya veo que
a ti todavía te queda un poquito. De 5-6 meses estarás, ¿no?"
Cuando iba a las tiendas a mirarme
ropa, yo ya pasaba de las dependientas y afirmaba que sí, que estaba embarazada.
Pero no desesperéis. Entre el agotamiento
de los primeros meses, la falta de sueño, los paseítos por el parque para
que se duerma, y los bailes en casa en bracitos para que deje de llorar....
antes de acabar la baja maternal casi habreis recuperado vuestro peso,
que no significa la figura. No sé porqué pero en mi caso, a pesar de marcar
menos la báscula que antes del embarazo, seguía luciendo una tripita de
embarazada de 2-3 meses, bastante fácil de esconder la verdad sea dicha.
Y es que los expertos nos dicen que no desesperemos. Que al año, estaremos
estupendas otra vez.
Y para la que no haya conseguido
recuperar su figura para entonces, ánimos que con el trajín del día a día
de ir a trabajar y a la guarde, os acabáis de poner estupendas en dos días.
Y si no, pensad en que preferís:
¿recuperar vuestra figura de antes o tener esa preciosidad de hijo a vuestro
lado?
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