martes, 21 de febrero de 2012

JUGUETES CASEROS

(Dedicado a mi buena amiga Maite, para que sigamos compartiendo muchos momentos de juegos con nuestras peques) 

Cuando llegó el otoño empecé a curiosear todos los catálogos de juguetes que caían en mis manos. Mi bebé tendría 6 meses para Navidad y no quería comprar cosas inútiles. La casa es pequeña y su habitación más, por lo que se ha de amortizar el espacio. El problema es que no acababan de gustarme los juguetes para su edad, prefería los que eran a partir de 1 año. Tuve la suerte de entrar en una juguetería pequeña, de las de toda la vida, y que me atendiera el dueño. Miró al bebé (que entonces tenía 4 meses), me miró a mí, y luego me dijo: ¿usted la ve dentro de 2 meses metiendo la redonda dentro del agujero correcto? Y tenía razón. Con 6 meses no supo hacerlo, pero es que ahora que tiene 9, como mucho lo que consigo es que meta una pieza dentro de una caja que es 10 veces más grande que la pieza. Y en el fondo, yo creo que la mete por equivocación, no porqué quiera. 

El vendedor me contó que su experiencia le había mostrado que a esas edades, los bebes tan pequeños, se conforman con poco: cosas que hagan ruido, que tengan luces, peluches blanditos. Me dijo que no quería venderme nada inútil y que quedara defraudada por la poca gracia que le hiciera el juguete nuevo a mi peque cuando lo viera. Pero lo que realmente les gusta más a nuestros pequeños, es que juguemos con ellos. Es igual con que. Cualquier cosa sirve. Lo importante es que estemos a su lado. 

Una cosa que les gusta mucho es algo tan simple como un globo. No se me había ocurrido nunca hincharle uno. Y eso que cada domingo nos regalan uno cuando vamos a comprar la comida. Pero cuando tenía 5 meses nos dieron por la calle uno de publicidad atado a un palo y es de lo que más le gusta de todo lo que tiene en su habitación. De hecho como va con palo, lo tenemos al lado del cambiador y así mientras ella está entretenida cogiendo el palo, le podemos cambiar la parte de abajo con tranquilidad. 
 
También podeis entretenerlos en el cambiador con la bolsita de las toallitas que utilizamos para limpiarles el culete. ¡Les encanta el ruido que hace mientras la manipulan! Nosotros siempre tenemos una vacía para ella. Pero ojo! nada de bolsas de verdad, ni grandes ni pequeñas. Esas pueden ser peligrosas si les das por ponerselas por la cabeza. 

Otro juego que podéis hacer, ya sin el palo, es lanzárle el globo para que lo intente atrapar con sus manitas. Como no hace daño, no hay problema de que le dé en la cara y en cambio a ella le encanta cuando la golpea. No para de reír a carcajadas. Eso sí, no tengáis la misma genial idea que yo de pintarle una cara al globo e inmediatamente después poneros a jugar. No. Porqué la tinta todavía está fresca y acabareis los dos llenos de pintura y la suya costará un poquito más de quitar de los dedos...  Fallo de madre primeriza. 

Otro "juguete" que le triunfa, es cualquier cremita que esté dentro de su caja y tenga un espacio para moverse. La mueve de lado a lado y se queda tan contenta. Si pesa demasiado para el bebe, lo podéis sustituir por un bote de lizipaina, couldina o similar, vacio de medicamento, y le ponéis una canica dentro o un cascabel. ¡Les encanta el ruido de la pelotita al chocar con los lados!. 

Algo similar que podéis hacer si sois un poco habilidosas con la aguja es construiros vuestra propia versión del bote con dos trozos de tela. Los coséis, le ponéis relleno y un cascabel, lo cerráis, le ponéis una cuerda para poderlo colgar del cochecito por ejemplo y ya tenéis un móvil casero. 

Y si es navidad, podéis bordar algún motivo navideño en una de las telas para que parezca que habéis adornado el cochecito. El cascabel yo lo compré en una tienda de animales, que son bastante más baratos. Por un euro podéis encontrar cascabeles muy grandes, de unos 3-4 cm y será más fácil que suene el móvil entre tanto algodón. 

También podéis sentarlos en vuestras rodillas y poner un objeto de plástico o un papel en la mesa y jugar a tirarlo al suelo. El problema de este juego es que llega un momento en que va más rápido el pequeño en tirar el objeto que nosotros en cogerlo del suelo y al día siguiente tendremos agujetas en la espalda como si hubiéramos jugado un partido de tenis. Por último recomendar algo que gusta a todos los niños y que ahora he podido comprobar que sirve para todas las edades: una pelota. Aun son muy pequeños para saberla pasar. Pero eso de coger la pelota y levantarla por encima de sus cabezas si ya se aguantan sentaditos en el suelo, les divierte muchísimo. 

Y ahora toca… ¡disfrutar con nuestros pequeños!

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