Llega el
momento de la verdad: estamos a casa con nuestro retoño, por fin se le cae el
cordón umbilical y eso significa que ya lo podemos poner en remojo. Con la
ilusión que nos hace estrenar la bañerita, jugar con los patitos... Pero la
realidad es algo distinta. Mi hija a la que notaba el agua con los pies, se iba
encogiendo hasta tenerlos casi a la altura de la cintura. No quería mojarse y
cogía cada rebote cuando entraba en el agua!!!
No os
preocupéis, eso sólo pasa las primeras veces. A la que vayan creciendo y se
noten seguros, el problema no será meterlos sino sacarlos!
No
pensaba hacer nunca un blog sobre bañeras pero hablando con otra madre con niño
de la misma quinta que la mía, me surgió la idea. Aquí tenéis algunos
consejillos sobre los pro y contras que veo a las bañeras más típicas que
encontramos en las tiendas. Y sobre todo, a la hora de escoger un modelo, no
solo penséis en lo práctico que es, sino también en donde la vais a meter y
cuanto tiempo queréis que os dure. Y recordad que no es lo mismo bañar a un
bebe que no se mueve que a un niño de 1 año que le encanta jugar con el agua y
dejar el suelo perdido.
- hay bañeras
que tienen por un lado hamaquita (a la derecha), para los primeros meses,
que no saben estar sentaditos. Y por el otro lado (izda.) pueden estar sentados
y jugando un poquito. Estas me gustan
porqué cuando ya son un poco más mayores, lo puedes tener sentadito en un lado
y cuando toca lavar la cabeza, que se enfadan un montón, pues lo tumbamos en la
parte de la hamaquita y listo. Pero encuentro que a la que crece un poco el
niño... no cabe en ese mini espacio. Me sobra la bajada de la hamaquita.
- otro
modelo es la bañera a secas, como la anterior pero sin la
hamaquita incorporada. En este caso, la hemos de comprar aparte (las he
visto en forma de osos) para meter dentro de la bañera y aguantarla con
ventosas. Así al principio utilizas las dos partes pero cuando ya se aguanta
sentadito, pues quitamos la hamaquita y ya tenemos todo un espacio para jugar.
- Bañera-
cambiador plegable. Este modelo, si se tiene espacio en casa, ya sea en la
habitación del bebe o el baño, va muy bien. Lo he usado y es muy práctico. Si
lo dejas abierto, puedes tener en las bandejitas de la bañera el jabón, la
esponja, el termómetro,...
Si lo montáis en la habitación del
bebe, podéis ponerla cerca de un estante con todas las cositas que necesitareis
a la hora de cambiarlo. El gran problema igual es llenarla, sobre todo si no
tenéis cerca un teléfono de ducha. Si tenéis que ir con un cubo de agua
caliente por casa, igual se derrama un poco en el suelo. O si tenéis que
llevaros el mueble de excursión hasta el baño para llenarlo,... Y ya no
hablamos de si se hace pipi o caca dentro. Entonces toda el agua queda
inservible y hemos de llenarla de nuevo. Otra ventaja que tiene es que cuando
acabas de bañar al niño, lo coges con una mano bien tapadito con una toalla y
con la otra cierras la bañera para convertirla en cambiador. Cuando luego
acabemos con el bebe, ya tendremos tiempo de vaciar la bañera y recogerlo todo.
Este tipo de bañeras vienen con un tubito que ayuda a vaciar la bañera por
ejemplo recogiendo el agua en un cubo.
Otra opción es tenerla en el baño.
Si tenéis un baño grande, no hay problema, la podéis dejar abierta y intentar
que el tubo llegue a la bañera para vaciarla. Pero si la tenéis que dejar allí
cerrada por falta de espacio, no os recomiendo este modelo ya que cada vez que
toque baño, primero tendréis que llenar, no solo el agua, sino la bandejita con
todo lo que podéis necesitar después a la hora de usarla de cambiador, si es
que no tenéis otro cambiador en la habitación y tenéis claro que esta bañera
solo la queréis usar como bañera.
- Existe
otro tipo de bañera-cambiador, que incluso puede ir a juego con la
habitación. No lo he probado, solo he oído opiniones de otras madres. La
diferencia con el modelo anterior es que no tiene patas plegables, por tanto se
queda en la habitación del bebe siempre. Ventajas e inconvenientes, iguales que
en el punto anterior. Otra ventaja es que cuando acabe la etapa de bañera, ésta
se puede quitar y te queda una cómoda para las cositas del niño. Y la gran
desventaja es que como no la seques bien o un día tengas algún problema, todo
el mueble quedará inservible. Por eso la descartamos. No es tan fácil que no te
caiga agua encima de la madera cuando el niño no para de chapotear cuando juega
con sus patitos.
- Mi
recomendación en caso de poco espacio: comprar una bañera, una hamaquita y
unas patas plegables. Las patas se pueden guardar detrás de la puerta del
baño. Y la bañera con la hamaquita, dentro del plato de ducha o bañera. La
ventaja en comparación al sistema anterior es que la colocaremos encima de la
taza del wc y así el agua irá cayendo aquí directamente. Si queremos que se
bañe, dejamos el agujero cerrado y listos.
-
existen otros modelos de bañera, en forma de útero materno, en tubo,... pero no
acabaron de convencerme.
Por último, no olvidéis comprar
un termómetro para controlar la temperatura del agua. Y si tiene forma de
juguete, mejor para los peques!
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