La idea de escribir esta entrada me surgió este verano, cuando
llevábamos una semana de vacaciones y tuvimos que inventarnos juguetes
caseros para que mi hija de 15 meses no se pasara la tarde protestando
porqué se aburría de jugar siempre con lo mismo. Y mira que cargamos
toda una bolsa con los juguetes que más le gustaban. Pero claro, en casa
cada quince días escondemos los juguetes y sacamos de nuevos. Y cuando
al cabo de otras dos semanas los vuelve a ver... se pone loca de
alegría!. Pero aquí no funcionó.
El 1º día de
aburrimiento le compramos una muñeca que se quiere con locura. Desde
entonces nos la llevamos siempre en el coche para hacerle compañía. Pero
no íbamos a estar comprando juguetes cada día. Entonces tuvimos que
exprimirnos un poquito la imaginación y pensar en hacer juguetes y
juegos caseros para una peque de 15 meses.
Ahí van nuestras sugerencias:
-
A leer. Llevaros una revista de bebes o un folleto en donde salgan
bebes. Lo tengo comprobado y a la mayoría les encantan. Le enseñas las
fotos de los niños, les explicáis que están haciendo, y ya tenemos un
cuento improvisado si es que se ha cansado de mirar el suyo. Cuando se
aburran de nuevo, podemos hacer ruido con las hojas (mi hija se troncha
con el ruidito) o podemos dejar que rompa alguna hoja en trocitos cada
vez más pequeños, hacer bolitas y meterlas en una botella vacía,...
-
también podemos comprar un libro temático sobre el lugar de vacaciones:
Playa, Montaña, Granja, Nieve,... Así cuando vemos algo al natural, se
lo señalamos en el libro y van aprendiendo que una misma palabra es para
un objeto real o dibujado, que puede tener distintas formas,... Cada
mañana veíamos las cabritas, los caballos, las gallinas,.... Más tarde
en el coche, de camino a visitar algún pueblo, cogíamos el cuento y se
lo enseñaba. O también las fotos que íbamos haciendo con la cámara
digital, le decía, mira, aquí sales tú, aquí papa con el caballo, el
gatito,.... Os daréis cuenta como cogen vocabulario rapidísimo. Nosotros
comprobamos que cuando llegaba la hora tonta de la tarde, a la que le
decías "vamos a ver los caballos" se iba directamente hacia la puerta
como diciendo: es por aquí! Y luego ya fuera, pobre de ti que no fueras
por el camino correcto! Vaya guía que teníamos!
-
aprender a separar por colores. Este juego se lo inventó ella solita, el
día que vio una caja con tampones de diferentes colores. Como van
envueltos, no se ensucian y a ellos les encanta el ruido del plástico
que hacen cada vez que los tocan. Además me los separaba por colores
como diciendo: pero mami, qué hace el súper plus con el regular!
-
Si no queréis que jueguen con vuestros tampones, podéis vaciar un
neceser de cosas peligrosas y que aprenda a poner y sacar las cosas de
dentro. Una vez tenga dominada la técnica de coger y sacar, le podéis
pedir que os busque una cosa concreta. Por ejemplo, le podéis decir que
saque el peine y se cepille
el pelo. Quedarán un poco despeinados
pero lo bien que se lo pasan no tiene precio. A fecha de hoy, cada vez
que lo ve, quiere ponernos guapos a todos!.
- si estamos
en verano, es ideal una piscina de plástico (las podéis encontrar en las
jugueterías a partir de 2€!!). La metéis dentro de la bañera y que
chapotee todo lo que quiera que el agua no va a llegar al suelo. Si
añadimos algún juguete dentro (una botella de plástico vacía, su
peine,...) se divertirá intentando pescarlo. Si veraneáis en algún lugar
con piscina y hay una zona para bebes, la diversión está asegurada! El
primer día, la mía alucinó al ver el tamaño de la piscina. Si hubiera
sido por ella, nos hubiéramos quedado en medio del agua!. Pero no, hemos
de recordar que se pueden ahogar y lo mejor es estar sentaditos en el
escalón de la entrada, bien cómodos para poder sujetar fuertemente al
pequeño terremoto.
- Para los más listos, está aprender
a enroscar y desenroscar una botella (además de aprender a beber agua
solitos). La nuestra al principio se frustraba mucho porqué apretaba
tanto el tapón que luego no salía. Pero ahora, es una súper experta en
taparnos todo lo que encuentra por casa. Por suerte las cremas todavía
no sabe desenroscarlas. Id con cuidado con lo que se lleva a la boca, no
tengamos un disgusto por tragarse lo que no debe.
- Con esta
edad, también podemos convertir la hora de vestirnos y desvestirnos en
otro juego. Estamos de vacaciones así que no hay prisa para ponerles el
vestido, la camiseta, los zapatitos. Dejemos que nos ayuden a escoger su
ropa!. Sacar y poner velcros los puede distraer durante un buen rato y
si ya encima aprenden a sacarse el zapato entero, veréis las carotas que
hacen para intentar colocárselo sin mucho éxito de nuevo. Todavía son
muy pequeños para saber vestirse solitos pero sí que nos pueden ayudar a
sacar los bracitos si les facilitamos la manga. Podemos enseñarles a
subir y bajar cremalleras. Mi peque esto todavía no lo domina pero
algunos de sus compañeros de clase son unos artistas!.
-
Otra cosa que podemos hacer ahora que hay tiempo, es comer todos juntos
en la mesa y que vayan probando todo lo que comemos. Nosotros la verdad
hemos tenido suerte porque a la que la sentamos, ya nos está pidiendo
todo lo que ve, ya sea pescado, chocolate o pan. Este verano se ha
estrenado probando cosas no muy propicias como la horchata, los helados,
los espaguetis,... Pero lo que más le ha gustado ... el tiramisú
casero. Veréis que unas cosas les gustarán y a las otras les pondrán
cara de asco. Lo importante ahora es coger hábitos, estar juntos.
Estamos en época de jugar y ensuciarse con la comida y aunque no nos
guste la idea, tenemos que aceptarlo. Es parte de su crecimiento.
-
aprovechando que no estamos en casa, podemos dejar que abra y cierre
todos los cajones, armarios, puertas de muebles que estén a su altura.
(Siempre y cuando hayamos comprobado previamente que no hay nada
dentro).
El único problema de enseñarles todas estas
cosas (que de otra forma aprenderían un poco más tarde ellos solos, para
que engañarnos) es que a la vuelta de las vacaciones vamos a
tener un pequeño tornado por casa y las cosas que hasta ahora estaban
ubicadas en los lugares bajos, a partir de ahora igual no sabemos dónde
caen, Como le pasa a mi amiga Nataly con su pequeño Sergio, que ha
decidido que un buen lugar para meter las cazuelas es el cubo de la
basura. Y como se descuide... se queda también sin ollas!
Feliz día a tod@s
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