Hoy nos ha pasado una cosa increíble en el tren (pero que por desgracia se repite mínimo una vez a la semana).
Nos
hemos subido, as usual, en el último vagón en la zona reservada para
cochecitos y bicis. Como lo cogemos en la primera parada, no solemos
tener problemas para coger sitio ya que, a pesar de salir lleno de la
estación, cuando nos ven con los carritos ya nos ceden un asiento a las
mamis. Hasta aquí todo normal.
En
la siguiente parada, a unos 5 minutos, se sube una amiga que también va
con cochecito. Por lo general aprovechamos el viaje hasta la ciudad
para ir dándole el desayuno a nuestros retoños, peinarlos y algún que
otro día que vamos mal de tiempo... vestirlos.
Pues
bien, cuando hemos llegado a la parada, se sube mi amiga como siempre y
se levanta de los asientos reservados un chico que llevaba una bici,
momento que ha aprovechado una mujer de mediana edad para venir
corriendo literalmente y coger el asiento, mientras mi amiga batallaba
con las ruedas para entrar el cochecito en el vagón. Nos hemos quedado
todos de piedra. Mi amiga amablemente le dice "perdona, ¿puedo?" Y la
otra que no abre la boca. Nos ponemos a comentar todos en voz alta la
jugada para que la señora nos oiga y reaccione. Igual es que no se ha
dado cuenta... Como va con su pañuelito en la cabeza, y cargada con
bolsas .... Ni se inmuta, Entonces ya no he podido más y le empiezo "Ei
señora, si usted, perdone pero este chico de la bici se ha levantado
para poder dejar sentar a esta madre con su bebe. ¿Le importaría
levantarse?".
¿Os
podéis creer que no ha dicho ni mu? Me aguantaba la mirada, sin
pestañear ni cambiar la vista, dejaba que le hablara pero como si lo
estuviera haciendo con una pared. Y cuando he acabado mi discurso, pasa
de mí y se acomoda más en la silla. El resto de asientos estaban
ocupados por otras mamis con bebes/niños en brazos así que no hemos
podido cederle el asiento a nuestra amiga. Cuando me he bajado media
hora después, la señora seguía mirándome sin inmutarse. Y lógicamente,
seguía bien sentadita en su silla. Me habría encantado agarrarla del
brazo y hacerle abandonar ese asiento. Se ha de ser una HDSMGMP (poned
la palabra que queráis) para comportarse así. Y luego dicen que tenemos
manía a los inmigrantes. Pero es que algunos se lo ganan a pulso.
Y
luego vas otro día a coger el tren, te subes a medio camino, ves los 4
asientos reservados ocupados por gente que no los necesita y te vas
directamente a atacar a la chica marroquí para que te ceda su asiento. Y
es cuando ves cómo se levanta con dificultad porqué su barriga indica
que el embarazo está llegando a su fin y decides que ese día te tocará
ir de pie porqué las otras 3 personas, a pesar de ser de aquí, tampoco
se levantaran para cederte tu asiento. Están muy cansadas, e incluso
algunos cuando ven que te subes, apoyan la cabeza en el cristal y
cierran los ojos. "Peque, hoy no hay bracitos. Toca ir media horita
atada a tu silla".
Muchisimas gracias Mama Pata!
ResponderEliminarhoy mismo me pongo con las respuestas en cuanto llegue a casa y te las paso :-)